martes, 23 de octubre de 2012

El PP vence en todos los distritos y es el partido que mejor aguanta la ola abstencionista en Vigo


El PP es el partido con representación municipal y parlamentaria que mejor comportamiento ha tenido en Vigo en las pasadas elecciones autonómicas. Los populares son la formación que mejor ha soportado la ola abstencionista que incidió de manera determinante  en estos comicios y que se visualizó con especial virulencia en las grandes ciudades. El partido socialista ha perdido el 32% de los votos que había obtenido en el año 2009. La caída le ha costado dos parlamentarios en la provincia, de 5 a 7, convirtiéndose en su peor resultado de las últimas dos décadas.

La deblace es aún mayor en la casa nacionalista. El BNG se dejó en el camino el 49% de los votos del año 2009, lo que terminó traduciéndose en la pérdida de un diputado (pasó de 4 a 3). La ola de desencanto en la izquierda acabó en gran medida en manos de Alternativa Galega de Esquerda, que irrumpe en la provincia con 3 diputados e iguala así al BNG.

El PP en cambio, se vio afectado por el tsunami abstencionista, que dejó en casa a cerca de 90.000 vigueses, y por el voto de castigo, que se tradujo en casi 8.000 votos nulos o en blanco, y cerca de 3.800 apoyos a la candidatura de SCD. Pero no sufrió efectos en el número de sus parlamentarios. Además, continúa mostrándose con claridad como la fuerza más votada en Vigo, e incluso aumentó su distancia con el PSOE, su rival directo, en siete décimas porcentuales.

Pese a no poder esquivar la generalizada tendencia al desánimo en el electorado, el Partido Popular salió indemne en la provincia, donde mantiene sus 11 diputados; y también en Vigo, donde logra ser la fuerza más votada en todos los distritos y en la inmensa mayoría de mesas electorales.

Las ciudades, víctimas de la obstención
Los vigueses y viguesas que optaron por la abstención y que afectaron primordialmente a los dos grandes partidos (PP y PSOE) se concentraron en las ciudades. Así, el Partido Popular baja entre un 18 y un 20% sus votos en los siete grandes municipios. Algo más en las denominadas ciudades 'calientes', por su conflictividad social o laboral, caso de Vigo, Pontevedra y Ourense, donde la caída osciló entre el 22 y el 25%; y ligeramente menos en Lugo y Ferrol. En A Coruña, por ejemplo, el PP pierde del orden de los diez mil votos, aunque tampoco sin efectos en el número de parlamentarios.

La junta local del PP vigués, liderada por José Manuel Figueroa, extrajo una lectura optimista de los resultados del pasado domingo. El PP logró con su esfuerzo no perder su representación en la provincia de Pontevedra, la que se preveía más ajustada en todas las encuestas. Y al mismo tiempo fue capaz de incrementar un diputado en el resto de circunscripciones, donde los sondeos lo consideraban posible.
El PSOE en cambio, no logró contener sus diputados en ninguna de las cuatro provincias, algo que ocurrió también en el caso del BNG.

Entre la abstención, el voto en blanco, los nulos y los apoyos a las denominadas candidaturas minoritarias (SCD, UPyD y otras), en Vigo se diluyeron cerca de 110.000 votos, es decir prácticamente el 50% del censo. La caída de 16.000 votos registrada en el PP es, por tanto, sensiblemente menos grave, que los 16.000 votos que también perdió el PSOE, y significativamente menos importante que los casi 14.000 que pierde el Bloque Nacionalista Galego.

Para Figueroa, como quedó reflejado en la junta local del pasado lunes, el resultado del 21-O debe interpretarse como un respaldo a las políticas del PP y de la Xunta en Vigo, y también como un castigo a la línea de constante enfrentamiento desplegada por el PSOE desde el Gobierno municipal. Sin embargo, tanto el presidente como el resto de integrantes de la junta consideraron "importante" y urgente seguir trabajando desde el partido y desde las instituciones para reducir el índice de abstención y el "desencanto" que afectó a miles de vigueses a la hora de votar el pasado domingo.

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