En la sesión de la Comisión de Agricultura, pesca y alimentación celebrada en la tarde de ayer, la senadora Elvira Larriba, portavoz de pesca en la Comisión, ha destacado la labor desarrollada por el ministro Arias Cañete en la negociación de la renovación del acuerdo de pesca entre la Unión Europea y la República islámica de Mauritania.
Recordó que el actual equipo de gobierno se encontró, al llegar, un acuerdo con condiciones técnicas firmadas el 14 de diciembre de 2011, con el gobierno anterior en funciones. Los alarmantes términos de un acuerdo desfavorable a los intereses de la flota pesquera española en aguas mauritanas, después de cinco rondas de negociación, y los nulos avances del gobierno socialista de Zapatero en la misma; obligaron al ministerio a aplicarse arduamente para deshacer algunos de los extemos acordados; y en un tiempo record, ya que el acuerdo pesquero vigente vencía el pasado mes de julio.
La senadora Larriba felicitó al Sr. Ministro por haber logrado mejorar las condiciones que afectan a los buques marisqueros al conseguir la autorización del uso de la cadena marisquera, la ampliación de la zona de pesca del marisco y el permiso para faenar de la mitad de los marisqueros presentes en el caladero de la zona sur entre 6 y 8 millas.
El razonamiento esgrimido por el gobierno de Mauritania, compartido por la Comisaria Maria Damanaki, para suprimir la pesca de cefalópodos por ausencia de stoks, no se basa en ningún informe científico vigente. España ha hecho valer, desde el pasado mes de enero, la existencia de posibilidades de pesca superiores a las que la flota mauritana puede explotar. Contadiciéndose, la propia Mauritania ha admitido finalmente la posibilidad de pescar pulpo, eso si, tras aumentar la contapartida financiera que deberán asumir la Unión Europea y los armadores.
Dada la inviabilidad económica del acuerdo, la práctica totalidad de la flota afectada no ha solicitado la renovación de sus licencias para continuar con su actividad desde el pasado 1 de agosto. La firmeza del actual Ministro a la hora de explicar que la consecución de este acuerdo supondría la paralización por un tiempo extremadamente largo de la actividad de la flota cefalopodera, asentada fundamentalmente en Vigo y el Morrazo, ocasionaría un perjuício económico y social que podrían llevar, en algún caso, a su desaparición; ha conseguido sensibilizar a los estados miembros que se han opuesto unánimemente a la renovación del acuerdo planteada.
Es la primera vez que los socios comunitarios se oponen a la firma de un acuerdo aprobado por la Comisión, el más importante de los suscritos por la UE en términos de flota afectada y de montante de la contrapartida financiera. Arias Cañete recordo a la Comisión que, inmediatamente después de la rúbrica del protocolo (31 de julio), el Ministerio ha emprendido una serie de medidas para evitar mayores perjuicios a las flotas afectadas. Así, en el Consejo de Ministros de Pesca del 25 de septiembre, España, junto con Polonia, Portugal y Lituania, remitió una carta a la comisaria Damanaki para que el nuevo Protocolo se ajuste tanto a las peticiones del sector europeo como a las de Mauritania.
“El Gobierno ha demandado a la Comisión que trate de renegociar los aspectos más negativos de este Acuerdo antes de que avance más el procedimiento legislativo comunitario de ratificación de lo rubricado en julio”. Por otro lado, ha recalcado que el Gobierno ha establecido ayudas a las flotas afectadas. En este contexto, el Ministerio ha dispuesto ayudas para armadores o propietarios de buques, y tripulantes de las flotas cefalopodera y marisquera, para un periodo de seis meses (desde el 1 de agosto de 2012 al 31 de enero de 2013), con la posibilidad de prorrogarlas seis meses más si persiste la situación actual.
Al remate de la sesión Elvira Larriba se unió a lo expresado por el resto de portavoces de los grupos políticos de la Cámara, sobre la necesidad de trabajar en la misma dirección, por el bien de la flota española y también europea, y animó al equipo de gobierno en la dura negociación que aún le queda por delante, hasta la aprobación definitiva del acuerdo por el Parlamento Europeo
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