· “Pese a los esfuerzos que realiza el Grupo Popular, se demuestra que es imposible llegar a acuerdos con los concejales del grupo de gobierno”, afirma el edil del PP tras la reunión, esta mañana, de la junta rectora del organismo que gestiona de las instalaciones deportivas.
El Grupo del Partido Popular censuró, esta mañana, la actitud de los representantes del gobierno municipal que forman parte de la junta rectora del Instituto Municipal del los Deportes (IMD). “El oscurantismo es lo que preside estas reuniones, como se pudo comprobar por las repuestas dadas por el presidente del mismo y concejal de Deportes, a las preguntas realizadas por los miembros del Partido Popular”, manifestó al término de la reunión el concejal Marcos Araújo.
En concreto, el edil del PP requirió información sobre los plazos que maneja el gobierno de la ciudad para la apertura de los pabellones deportivos de Candeán y de la ETEA, sobre los que el alcalde se pronunció, en reiteradas ocasiones, que serían “inmediatos” y han pasado ya meses. “No tienen un plazo ni una fecha concreta para abrir estas dos instalaciones ni informan de los motivos por los que, mes tras mes, se anuncia la apertura y luego no se cumple”, explicó Marcos Araújo.
“Ante esta situación, el Partido Popular concluye que, pese a los esfuerzos que hace en la junta gestora del IMD, es imposible llegar a acuerdos con este gobierno municipal”, apuntó el edil del PP.
El Grupo Popular se cuestiona, una vez más, para qué sirve el IMD. “Las decisiones las toma el concejal, de forma unilateral y siguiendo las directrices del alcalde, por lo que carece de sentido que se mantenga este organismo autónomo. Lo normal, dada la situación, es que todo lo relacionado con las instalaciones deportivas lo gestionase directamente la concejalía”, subrayó Araújo, que insistió: “No se entiende el oscurantismo que hay, por parte del gobierno municipal, en todo lo que se relaciona con los pabellones y otras instalaciones deportivas municipales”.
El Grupo Popular ha planteado, en varias ocasiones, la supresión de los organismos autónomos dependientes del Concello por considerar que solamente producen déficits sin que los servicios sean mejores. Y ello, a causa de una nefasta gestión, sin cuestionar el trabajo de los empelados públicos que desarrollan su labor en los mismos.
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