La falta de control de las concesionarias alcanza al Auditorio Mar de Vigo, que presta un servicio muy deficiente pese a la ampliación del contrato y a la inyección municipal de 5 millones de euros

· El concejal Roberto Relova se hace eco de las quejas de los espectadores que el pasado jueves asistieron a la representación de Tosca, sin que hubiese calefacción en la sala principal “después de aguantar más de una hora en la cola para obtener la entrada”.

· “No existe ningún tipo de control sobre la concesionaria del Auditorio, ni en el servicio que se presta ni en la calidad de la programación”, critica el edil del partido Popular.

· “Además de que nada se ha hecho para dotar a la sala de foso orquestal y de concha acústica, ahora se descubre que deben ser operarios de las compañías quienes muevan el telón a mano; es lamentable y patético”, enfatiza Relova.


La falta de control del gobierno municipal sobre las concesionarias alcanza también a la empresa que gestiona el Auditorio Mar de Vigo, que presta un servicio muy deficiente, como se pudo comprobar el jueves en la representación operística que se celebró en dicho recinto. El concejal del Partido Popular, Roberto Relova, se hizo eco de las quejas de un buen número de espectadores que asistieron atónitos a la citada representación, “tanto por las condiciones de la sala como por la propia obra en sí”.

“Y todo ello pese a que el alcalde aprobó una inyección de dinero municipal de 5 millones de euros y le amplió en 35 años más el periodo de concesión”, subrayó el concejal del Grupo Popular, que añadió: “Lo ocurrido el jueves en la representación de Tosca es muy grave. La sala principal carecía de calefacción, con la baja temperatura imperante tanto en el exterior como en el interior del inmueble, y hubo espectadores que tuvieron que esperar más de una hora ante las taquillas para obtener su entrada”.

Relova explicó que “además de no haber hecho nada ni la concesionaria ni el gobierno municipal –pese a haberse aprobado una moción del PP en el pleno- para dotar a la sala principal de foso orquestal y de concha acústica, el jueves se descubrió que son los propios operarios de las compañías los que tienen que mover el telón del escenario a mano”.

“Por no entrar en el contenido de la programación, ya que la representación del jueves fue muy mala. Parece mentira que un espectáculo tan chabacano pueda tener cabida en un recinto como el Auditorio Mar de Vigo”, recalcó el concejal del Partido Popular.

Roberto Relova manifestó que “todo lo que ocurre con el Auditorio Mar de Vigo es lamentable y patético; pero lo peor es que es el fiel reflejo de lo que pasa con la política cultural del alcalde, que ni se preocupa ni le interesa”.

“Lo que pasa en el Auditorio, después de estar tantos años esperándolo y del dinero invertido en el mismo, es muy grave. El alcalde no se puede ir de rositas en todo este proceso. Debe asumir su responsabilidad”, concluyó Roberto Relova.