Vidal Villanueva: "Es una obra que está hecha con el alma de quien ha formado parte de la historia"
El Museo del Mar de Vigo fue ayer el escenario escogido para la presentación de la obra "Co sal nas mans", escrita por Paulino Ambrosio Costas, y editada con el apoyo de la Diputación de Pontevedra.
El libro repasa la vida de los marineros y pescadores gallegos de mitad del siglo XX, narra sus vivencias en tierra y a bordo, la dureza de su oficio en alta mar, la melancolía e incertidumbre de sus familias en tierra y el día a día de las embarcaciones que durante años se enfrentaron a mares bravos, tan ricos como hostiles, desde el Gran Sol hasta las costas africanas.
Durante la presentación, el presidente de la Diputación Provincial, Rafael Louzán, destacó el carácter casi biográfico de la obra y subrayó el hecho de que muchas de las historias contadas sigan teniendo "plena vigencia" hoy en día entre las gentes del mar. Para Louzán, conocer el carácter de las gentes del mar es conocer también el carácter de los gallegos y de Galicia, ya que la comunidad "nació del océano". En especial, aludió a la pesca y a la industria de transformación como dos de los pilares de la economía viguesa. Pero subrayó con énfasis que "nada hubiera sido posible sin los marineros y pescadores".
Paulino Ambrosio agradeció la colaboración de las decenas de pescadores, fundamentalmente de la marinera villa de Bouzas, que accedieron a "contar sus vidas y experiencias", pero también a compartir fotografías que hoy son ya "retales de la historia" y que engrandecen el libro y lo llenan de valor añadido.
Manuel Vidal Villanueva, que ejerció de presentador, elogió el trabajo documental llevado a cabo por el autor, al que definió como si de otro protagonista más de la obra se tratase, ya que tanto su padre, como sus tíos y su abuelo fueron pescadores y vivieron del mar, "y él mismo lleva el mar impreso en su alma".
La diputada provincial Marta Iglesias destacó la conexión de Galicia y el mar y reflexionó sobre la importancia de la pesca para los gallegos. "Llevamos el mar en los genes", sentenció tras admitir que "ha marcado y sigue marcando nuestras costumbres".
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