La protección y promoción de la educación para la salud constituye una de las condiciones esenciales para la integración social y el bienestar personal. Más aún en el caso de personas en situación de riesgo o exclusión social. En el caso de las migraciones, la salud ejemplifica además las consecuencias de la desigualdad social de la mujer, tanto por su condición de mujer como por la de migrante.
En este sentido, la salud de la mujer, en general, y de la población migrante, en particular, debe ser considerada como una herramienta imprescindible para abordar la perspectiva de género teniendo en cuenta la diversidad cultural y promover la integración en la sociedad de acogida. Por todo ello entendemos que la promoción de la salud, a partir de estrategias de participación comunitaria, contribuye a la eliminación de barreras, prejuicios y estereotipos, fomentando espacios de entendimiento entre migrantes y locales.
Con esta actividad, que aúna diferentes enfoques como salud biopsicosocial, de género e intercultural, se ha pretendido ayudar a mejorar y promover el estado de salud de la población migrante, no solamente a un nivel de aprendizaje conceptual sino también con aquellos aspectos relacionados con lo afectivo y actitudinal; facilitar la integración social de la mujer en situación de especial vulnerabilidad; fomentar la planificación familiar como desarrollo humano sostenible y detectar necesidades y escuchar opiniones de mujeres migrantes sobre salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario