lunes, 22 de octubre de 2012

Feijoo amplía su mayoría absoluta, el PSdeG se hunde y Beiras se convierte en la tercera fuerza política

 Alvaro Ballesteros



El PPdeG sube hasta 41 escaños, mientras Pachi Vázquez pierde siete, el Bloque cinco y Alternativa Galega de Esquerda entra en el Parlamento con 9 diputados.

El PSdeG obtiene su peor porcentaje de voto después del registrado en las primeras elecciones de 1981 y el BNG queda relegado a cuarta fuerza

21 de octubre de 2012.- Ni la política de recortes del Gobierno de Rajoy, ni la crisis económica han hecho mella en el Partido Popular en Galicia. Alberto Núñez Feijóo, candidato a la presidencia de la Xunta, consigue revalidar, e incluso reforzar, su mayoría absoluta. El 21 de octubre de 2012 se convertirá en una fecha histórica para los populares gallegos al conseguir un resultado excepcional y convertirse en el único caso de Europa en conseguir hacer frente a las consecuencias de la crisis de un modo tan aplastante.

Los populares han alcanzado tres escaños más respecto a las autonómicas de 2009 y cosechan una victoria incontestable con 41 diputados, los mismos logrados por Manuel Fraga en el año 2001 en la que había sido su cuarta mayoría absoluta consecutiva.

Y lo hace frente a un PSdG que sale muy castigado de la cita con las urnas y que acusa los efectos de la escisión sufrida en sus filas y un Xosé Manuel Beiras que, convertido en la sorpresa de las elecciones del 2012, irrumpe en el Parlamento de Galicia con 9 escaños, rebasando a sus antiguos compañeros del Bloque y convertido ya en líder de la tercera fuerza política gallega. Por primera vez en veinte años, habrá representadas cuatro formaciones en O Hórreo. Y lo hace también, en medio de una elevada abstención.

La consecuencia es la debacle del PSdeG de Pachi Vázquez y del BNG. Sin el apoyo del PSOE en el Gobierno de Madrid y acusando el desgaste de Zapatero, con un partido que ha vivido importantes enfrentamientos y divisiones internas de los últimos meses y que recibió un duro golpe hace justo un mes con la operación Pokemón (que implica a algunos cargos socialistas y que provocó la detención y posterior dimisión del alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez), Pachi Vázquez cede siete escaños respecto a los 25 que había obtenido Emilio Pérez Touriño en marzo del 2009.

Francisco Jorquera, que por primera vez se presentaba al frente del Bloque, ha pasado de 12 a 7 escaños. La escisión vivida en las filas nacionalistas, que ha llevado al nacimiento de otras siglas como Alternativa Galega de Esquerda y Compromiso por Galicia explican el descalabro.

Ni el partido fundado por Mario Conde, Sociedad Civil y Democracia, ni el CXG de Xoán Carlos Bascuas lograron obtener representación ya que alcanzaron únicamente un 1 % de los votos.

RETROCESOS DE PSOE Y BNG

Por su parte, el PSdeG obtiene el segundo peor porcentaje de votos en unas elecciones gallegas, al quedarse con el 20,46 por ciento de los apoyos, una ratio que sólo fue más baja para los socialistas en las primeras elecciones gallegas de octubre de 1981, de las que precisamente este sábado se cumplieron 31 años. Además de retroceder siete escaños, los socialistas han perdido 10,5 puntos de apoyo y han obtenido 244.000 sufragios menos, con el 95,78 por ciento de los sufragios escrutados.

El 10,18 por ciento de los votos logrado por el BNG lo devuelve a parámetros del año 1989, cuando los nacionalistas se habían quedado con el ocho por ciento de los apoyos. Pero en aquella tercera legislatura, el Bloque era tercera fuerza parlamentaria, mientras que ahora se queda con siete diputados a dos del grupo en el que figurará su antiguo líder, Xosé Manuel Beiras, quien con 76 años de edad, vuelve a la Cámara gallega después de dos legislaturas ausente y de la mano de IU.

El Bloque pierde casi seis puntos de apoyo y se queda casi en la mitad al número de sufragios que había logrado en las autonómicas de 2009, al conseguir 139.511 sufragios y haber perdido 131.201, con el 95,78 por ciento de los sobres de votación computados.

El duro revés electoral para el PSdeG y para el BNG deja en una situación comprometida a sus respectivos líderes. Así, el candidato socialista a la Presidencia de la Xunta, Pachi Vázquez, ya ha anunciado que convocará a los órganos de su partido para "abrir un escenario de profunda reflexión" y ha puesto su cargo a disposición del partido, mientras que el aspirante del BNG, Francisco Jorquera, ha reconocido el "revés electoral" y se ha puesto a "disposición" del Bloque para "colaborar" en el papel que le "asignen".

Y es que el PP, que ya lideró la Xunta 25 de los 31 años de autonomía, volverá a gobernar Galicia, pero con una mayoría holgada que también contribuye a dar oxígeno al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, quien estuvo cuatro días en la campaña gallega. Por su parte, los socialistas han perdido siete escaños y no han conseguido rentabilizar en las urnas el apoyo de su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien realizó seis visitas a la comunidad durante la campaña.

POR PROVINCIAS


La victoria del PP se ha fraguado en las provincias de A Coruña, Lugo y Ourense, en las que ha obtenido un escaño más por cada circunscripción, mientras que se ha quedado con los mismos 11 que tenía en Pontevedra, la provincia por la cual concurría Alberto Núñez Feijóo y de donde es natural Mariano Rajoy.

El retroceso más acentuado del PSdeG se ha registrado en la provincia de A Coruña, donde ha perdido tres escaños, al pasar de ocho a cinco con una lista que lideraba el exministro Francisco Caamaño, uno de los teóricos recambios de Pachi Vázquez. No obstante, en Pontevedra los socialistas se dejan dos diputados, mientras que pierden un escaño en cada una de las provincias del interior, Lugo y Ourense.

Por su parte, el BNG se deja un escaño en Lugo, otro en Ourense y otro en Pontevedra, mientras que en A Coruña, la circunscripción más importante en número de electores, pierde dos escaños. Los retrocesos tanto de PSdeG como del Bloque han sido capitalizados por la coalición electoral a la que ha puesto cara Beiras, que ha obtenido por A Coruña cuatro asientos en la Cámara, tres por Pontevedra y uno por Lugo y otro por Ourense.

Beiras ha jugado en esta campaña electoral a atraer el voto joven con un discurso de constante apelación a los indignados y los descontentos con la clase política, pero este sentimiento ciudadano también puede medirse en un incremento en más de un punto del volumen de votos en blanco, que ha pasado de representar el 1,66 por ciento de los sufragios válidos al 2,70 por ciento en estos comicios. Por su parte, los votos nulos también aumentaron, al pasar del 0,89 por ciento en 2009 al 2,5.

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