¡No pases de largo! Ayúdales a ayudarse...

Hoy os remitimos una información que nos ha llamado la atención. Se trata de conclusiones a las que se ha llegado tras múltiples estudios y que, por lo tanto, podrían ser de gran provecho y ayuda en los casos descritos.

El Manual de Diagnóstico Estadístico (DSM) de los Trastornos Mentales, de la American Psychiatric Association, define los criterios diagnósticos para la detección de patologías relacionadas con el trastorno narcisista de la personalidad. En esencia, el documento, elaborado por los más prestigiosos psiquiatras americanos, contempla 9 ítems identificativos. Y considera que la manifestación de al menos 5 de estos síntomas sería suficiente para “refrendar la presencia de dicho trastorno”. Es decir, que si un paciente respondiese claramente a por lo menos 5 de los 9 ítems descritos, precisaría tratamiento, porque lo suyo, más que un rasgo de personalidad, entraría en el terreno de la patología.

Ahí os van los 9 ítems, por si os resultan de utilidad:

1) Tiene un grandioso sentido de autoimportancia; por ejemplo, exagera los logros y capacidades, espera ser reconocido como superior sin unos logros proporcionados, etc. (Es habitual en los narcisistas sobrevalorar sus capacidades y exagerar sus conocimientos y cualidades, por lo cual suelen dar la sensación de ser personas jactanciosas o presuntuosas)

2) Está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginados.

3) Cree que es "especial" y único y que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede relacionarse con, otras personas (o instituciones) que son especiales o de alto nivel (atribuyen a aquellas personas con las que se relacionan las cualidades de ser "únicos", "perfectos" o tener "talento").

4) Exige una admiración excesiva (Es un síntoma que denota una baja autoestima y una gran preocupación por hacer bien el trabajo y por cómo son vistos por los demás).

5) Es muy pretencioso; por ejemplo, tiene expectativas irrazonables de recibir un trato de favor especial o de que se cumplan automáticamente sus expectativas (Todo esto puede ocasionar la explotación de los demás, ya sea de forma consciente o inconsciente).

6) Es explotador; por ejemplo, saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas (esperan que se les dé todo lo que deseen, sin importar lo que ello suponga para los otros, y pueden asumir que los demás están totalmente interesados en su bienestar).

7) Carece de empatía: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.

8) Frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él (pueden llegar a devaluar a personas que hayan recibido una felicitación al pensar que ellos son más merecedores de la misma).

9) Presenta de manera muy frecuente comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios.


Que sepáis que en las enciclopedias de psiquiatría se define también el trastorno narcisista de la personalidad como una patología que “se percibe claramente en aquellos individuos cuyo egocentrismo les crea una gran necesidad de admiración que, junto a una autoimagen distorsionada, hace que cualquier actividad o logro, de los que se jactan sin ningún rubor, entre de lleno dentro de la exageración y esté desconectada por completo de su auténtica realidad”.

Pues ya sabéis, si conocéis a cualquier caballero (o señora) que claramente cumpla 5 o más de estos 9 ítems, no dudéis en recomendarle que se ponga bajo el consejo de especialistas en la materia...

¡Ayúdales a ayudarse!

Por cierto, el narcisismo o trastorno narcisista de la personalidad tiene su fuente de inspiración en Narciso, un personaje mitológico de extraordinaria belleza, hijo del río Cefiso y de la ninfa Liríope, pero que era incapaz de amar a las ninfas a pesar de que las tuviera completamente cautivadas. Una de ellas, la ninfa Eco, lo amó hasta ser consumida por su propia pasión. La leyenda cuenta que un día Narciso se detuvo en una fuente para beber agua durante una cacería. Al acercarse a la orilla y ver reflejada su imagen, se sintió tan atraído por su propia belleza que cayó al agua y se murió ahogado.