· “Cada calle tiene una singularidad y no se debe aplicar un criterio único a las humanizaciones; si no se resuelven los problemas antes de que concluya la obra hay que hacer reparaciones con posterioridad, con el coste y las molestias que ello supone”, critica la edil del PP.
· “La última rotura de tuberías en Coia, evidencia que algo no se hace bien. Ya no cabe culpar a gobiernos anteriores de la situación, porque el actual equipo lleva más de seis años en el Concello”, recalca Egerique.
El gobierno municipal ignora por completo la opinión de los vecinos y comerciantes de las calles donde se realizan obras de reforma. Es la denuncia que realizó hoy la concejala del Grupo Popular, Teresa Egerique, tras constatar el descontento y la contestación de residentes, comerciantes y hosteleros del tramo de la calle Brasil, entre México y Gran Vía.
“El concejal de Fomento debería hacer caso de lo que indican quienes viven o tienen sus negocios en esa calle, puesto que son los que mejor conocen las características de la misma. Cada calle tiene una singularidad y como consecuencia no debería aplicarse un criterio único a la hora de realizar humanizaciones. No es lo mismo reformar Areal que la calle Brasil”, evidenció Teresa Egerique.
La edil del Grupo Popular dejó constancia, además, de que “es preferible realizar mejoras o cambios cuando la obra aún no está terminada; hacerlo con posterioridad solo conduce a aumentar el coste y a crear nuevas molestias a quienes transitan o residen en la zona”.
“En la remodelación que se realiza en la calle Brasil se observa cómo hay determinados accesos a portales o a negocios que van a quedar por debajo del nivel que se le está dando a las losetas. Esta circunstancia, según han denunciado ya los afectados, provocará que haya riesgo de inundaciones cuando se produzca alguna tromba de agua. Es algo que se podría corregir ahora y no esperar a que el tiempo dé la razón a quienes ahora lo advierten”, señaló Teresa Egerique.
“Es un ejemplo más de que no se puede tolerar la improvisación cuando se acometen este tipo de obras, porque luego habrá que cambiar el proyecto, aumentar el presupuesto y, sobre todo, los afectados tendrán que sufrir las consecuencias de no haber actuado cuando aún se estaba a tiempo de rectificar”, subrayó la edil del PP.
Coia
El Grupo Popular también denunció la situación que se produjo en la calle A Guarda, en Coia, donde hace dos días se rompió una tubería de abastecimiento de agua y provocó la inundación de una amplia zona en ese lugar.
“Es la enésima evidencia de que algo no se hace bien. Solo por citar otro ejemplo, hace semanas se produjo un socavón en la calle Canceleiro, provocado por otra rotura en la red. El PP mantiene que deben de priorizarse las actuaciones y acometer primero lo que es urgente. Hay calles que hunden sin que haya previsión alguna. Y eso solo contribuye a que se consolide más la realidad de que hay zonas de la ciudad que son de primera para el gobierno municipal y otras de segunda”, criticó Egerique.
La concejala del Grupo Popular manifestó que “no sirven ya las disculpas que ofrece el gobierno municipal cada vez que hay una rotura, ni caben las explicaciones a posteriori de que la situación está controlada y que se resolverá en pocos días; el daño ya está hecho y no se puede culpar a gobiernos anteriores, porque el actual equipo socialista lleva ya seis años en el Concello, que es tiempo más que suficiente para haber realizado, al menos, un diagnóstico”.
“Para este gobierno hay calles de primera y de segunda y hay vigueses que son de primera y otros de segunda. Que prioricen las obras que son necesarias, porque el subsuelo de la ciudad está en pésimas condiciones”, enfatizó Teresa Egerique.
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